Pareciera que el único pecado de una inocente niña de 3 años hubiera sido haber nacido en Venezuela. En su difícil situación migratoria, esta pequeña sufrió un accidente en la noche de este martes: se tragó una moneda, lo que generó la necesidad de ser atendida de emergencia ante una posible grave complicación.

La primera reacción de la mamá de la niña fue parar un taxi en el barrio Mamatoco, en donde se encontraba. Allí se le cruzó en su destino, por fortuna, el taxista Abel Gutiérrez, quien se apersonó del caso y llevó a la mamá y a su bebé a por lo menos tres centros asistenciales, sin que la recibieran en ninguno.

Así fue el relato que el conductor -ángel guardián de la niña- le hizo a Seguimiento.co:

El primer destino fue el Hospital Julio Méndez Barreneche. Allí el hombre junto a la mujer y su hija intentaron ingresar, pero no pasaron de la entrada, pues al notar que la mujer y la niña eran venezolanos y no tenían la documentación en regla, les pusieron trabas porque, supuestamente, no habría quien se encargara de correr con los gastos.

Ante la negativa, el taxista hizo un intento en otro lugar, esta vez fue Cehoca, donde tampoco contaron con suerte. “Allá nos dijeron que eso era privado. No nos dejaron pasar tampoco y nos tuvimos que ir”, relató el taxista.

En un tercer intento, el taxista llevó a la mujer y la niña a la clínica la Castellana, perteneciente a la ESE Alejándro Próspero Réverend, en donde la recibió un médico y le hizo un breve chequeo, antes de informarles que no contaba con los implementos necesarios para atenderla, por lo que le sugirió que volvieran a ir al Julio Méndez Barreneche.

En esta ocasión, ya en el Julio Méndez Barreneche tenían pleno conocimiento del caso y dispusieron lo necesario para recibir a la niña y atender el caso de emergencia, para cerciorarse de que no corriera peligro por haberse tragado la moneda.

Fuentes del Julio Méndez Barreneche dijeron a este medio digital que ha sucedido varias veces que los pacientes llegan al hospital después de haber ingresado a la clínica Castellana, y que de este lugar no los remiten, como ordena el protocolo, sino que los expulsan para que vayan a clamar por atención a otros lugares.

Sobre esto, la secretaria de Salud del distrito, Linda Cabarcas, aseguró que ya son varias las quejas que se han recibido y que se estaba trabajando de la mano con la Personería para hacer una revisión de estos casos.